jueves, julio 26, 2007

!l\lTR0D\/{{!0l\l


Si la existencia de hogares encantados consigue estremecerte, no te pierdas los misterios de esta aterradora serie. Las pesadillas y los sobresaltos nocturnos quizás te impidan reconciliar el sueño. Historias de Ultratumba es una crónica de fenómenos paranormales de la vida real contados con estupor por sus propios protagonistas. Esta escalofriante serie de seis episodios narra algunas de las historias sobrenaturales más impactantes de los Estados Unidos. Serás testigo de cómo la tragedia, el suicidio y el asesinato, enfrenta a personas normales y corrientes con situaciones aterradoras. Narraciones en primera persona, te aclararán los misterios y las causas de todas y cada una de las historias. Al final de cada episodio, sentirás que la vida y la muerte es algo que va mucho más allá de lo que jamás podrías imaginar. En definitiva, Historias de Ultratumba profundiza en los misterios que rodean a inocentes propietarios de hogares “encantados”. Todos los inexplicables acontecimientos pueden convertirse en tragedia, si los espíritus trastocados que habitan las casas de los protagonistas se empeñan en dejar constancia de su última palabra. En uno de los episodios titulado Casa del Infierno, conocerás a una familia atormentada por la compra de una granja rural del siglo XIX localizada en el estado norteamericano de Connecticut. Fenómenos paranormales de carácter violento invadirán este hogar día tras día. Mientras el mal acecha, un equipo de investigadores psíquicos es contratado para determinar qué es lo que está ocurriendo.POR FAVOR COLOCAS TUS COMENTARIOS SOBRE ESTO... O MANDAME HISTORIAS QUE TE HAN SUCEDIDO A TI...
Más Introducción para que no le queden dudas




En la vida humana, muchos son los hechos que por sus características fortuitas e irrepetibles, resultan difíciles de seguir o investigar. Cuando un suceso insólito se presenta ante nosotros, este suele durar poco y nos vemos incapacitados para seguirle la pista, quedando únicamente para el análisis el testimonio de lo ocurrido. Estos hechos nos sorprenden, nos maravillan, nos dejan de una pieza, pero no nos permiten demostrarlo o reproducirlo en un laboratorio. Son incidentes que no sirven como prueba, no se pueden medir o calificar... pero que sin embargo existen y son reales. Para más INRI, son tan extraños y variados, que nos resulta imposible englobarlos, y cuanto menos entenderlo, dejándonos solamente la opción de registrarlos en una libreta y levantar los hombros en señal de asombro e impotencia. Son los hechos Forteanos, aquellos sucesos sin sentido ni explicación lógica que escapan al pensamiento científico y desmoronan, de ser ciertos, todo nuestro actual sistema de medida. Charles Fort lo sabía así y por eso se dedicó a recopilarlos y consignarlos en su “Libro de los Hechos Condenados”. Él, mejor que nadie, entendía que estas historias eran auténticas pero que no existía forma cabal de comprenderlo. No sabemos si estos raros acontecimientos se producen en la realidad cotidiana o se producen solamente en la mente de aquellos que lo ven, pero como dijo el propio Charles Fort en cierta ocasión: “yo no puedo decir que todos los mirlos son blancos porque un día vi dos negros”. Poco importa si es la mente o no quien la origina, lo que importa es que ocurren y forman parte de nuestra existencia y que por tanto debemos prestarle atención y tratar de situarlos en un paradigma concreto. Con la sección “Historias reales del Más Allá”, pretendemos continuar la labor y el ejemplo de este extraordinario, y ya mítico, historiador de lo insólito, Charles Fort, compilando estos casos extraños, con la intención de que el investigador, o el simple curioso, conozcan esta otra realidad y traten de descubrir su naturaleza. Cada semana iremos añadiendo nuevos casos, y trataremos de incluir algunas fotografías que creamos son lo suficientemente interesantes para añadir a esta sección. Pero no sólo nos ocuparemos de los hechos meramente Forteanos, también abarcaremos aquellas noticias que consideramos curiosas y que valen la pena incluir en este apartado. Abramos, pues, ahora..., la caja de Pandora